Skoda Fabia RS vs Alfa Mito QV: Simpáticos radicales

Primo hermano del Polo. Su gran calidad y rendimiento lo han perfilado como uno de los favoritos para los que desean andar en un auto sólido y seguro.
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mauricio
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Skoda Fabia RS vs Alfa Mito QV: Simpáticos radicales

Nota por mauricio »

Skoda Fabia RS vs Alfa Mito QV: Simpáticos radicales

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Cuando los entusiasmados asistentes al reciente Rally de Madeira vieron, en el último rasante de la carrera, aparecer volando a más de un metro de altura al Skoda de Freddy Loix, no pudieron contener un grito de admiración. Su Fabia S2000, seguido por sus compañeros de equipo Kopecky y Hanninen, coparon las tres plazas del podio.

La centenaria marca checa está labrándose en los últimos años un brillante periodo en la historia deportiva del automóvil y eso se tenía que notar en la calle. Orgulloso homenaje al equipo oficial del campeonato IRC y a la larga tradición de la marca en competición es el nuevo Fabia RS. Esta pequeña bomba se revela, por precio, prestaciones y algunas características, no menos interesantes, como un coche especialmente sobresaliente.

Por precio, mecánica y planteamiento deportivo, le sale al paso de inmediato un modelo de una marca no menos longeva e igualmente ligada al espíritu competitivo: el espectacular Alfa MiTo Quadrifoglio Verde. A la espera de la inminente llegada del VW Polo GTi, dotado del mismo motor y transmisión que el Skoda Fabia RS y con el ya conocido Seat Ibiza Cupra, son por ahora los dos ultimísimos exponentes de los deportivos más pequeños.

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Ambos coches se conforman con motores de baja cilindrada, pero con un rendimiento espectacular, hecho posible solamente por los grandes y recientes avances en la gestión electrónica de la combustión. El Skoda incorpora el motor 1.4 TSI de doble inyección directa, admisión variable para cada cilindro y doble sobrealimentación formada por un turbo y un compresor volumétrico. Este último se encarga de alimentar la carga hasta las 2.400 revoluciones, instante en el que el turbocompresor toma el relevo y aporta mezcla con una eficacia térmica óptima hasta las 3.500, para después seguir subiendo hasta el rendimiento de potencia máxima de 180 caballos. En el Alfa encontramos la última patente del Grupo Fiat, el 1.4 MultiAir en su versión más potente Turbo de 170 caballos.

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Su peculiar gestión en la distribución consigue adaptar el tiempo de apertura y cierre para cada cilindro mediante un sistema electro-hidráulico. Así se mantiene un elevado rendimiento a la vez que, según las especificaciones del motor, se rebaja el consumo un 10% respecto a una distribución convencional. Tanto el Skoda como el Alfa coinciden en esta última tendencia para los modernos motores de gasolina: bajas cilindradas de parcas necesidades y un preciso mecanismo de gestión y sobrealimentación que proporcione toda la potencia cuando se requiera. Los dos motores alcanzan potencias específicas y una fiabilidad espectaculares para su cilindrada.

En lo que no concurren ambas marcas es en el sistema de transmisión, siendo un cambio automático de doble embrague DSG con siete relaciones en el Fabia mientras que el MiTo recurre a una caja manual de seis. En el Skoda, el DSG hace muy fácil su conducción, con la posibilidad añadida de una gestión Sport, más rápida, y a un modo secuencial con levas tras el volante. El DSG se muestra sin embargo dubitativo en conducción deportiva, a lo que no ayuda alguna pérdida de motricidad cuando aceleramos a tope.

El Alfa nos obliga a trabajar más con su cambio deportivo para mantener el régimen adecuado. Sin embargo, podemos variar las respuestas haciéndolas más enérgicas si conectamos el sistema DNA –a la vez que se endurece a dirección– o más tranquilas y ciudadanas si lo desconectamos.

El marcado temperamento de estos motores no es su única cualidad. Mediante una conducción cuidadosa podemos reducir sus consumos fácilmente en torno a los siete litros a los cien kilómetros, lo cual es sorprendente para estas potencias. Esto se hace fácil sobre todo en el Fabia RS que, con el depósito a tope, nos hace dudar al cabo de los kilómetros si el aforador está averiado ya que la aguja no parece querer moverse del máximo. El cambio automático no perjudica al consumo por sus puntuales sobreregímenes, sino todo lo contrario. En el Alfa, a pesar de su sistema de parada automática Start & Stop y su testigo ‘Shift’ –ubicado en la consola, nos indica el momento en que podemos pasar a una marcha superior–, registramos siempre un consumo sensiblemente superior.

En cuanto a comportamiento, el Fabia resulta siempre neutro, conservando su agilidad, y nos sorprende por lo fácil que resulta hacer derivar su eje posterior. El MiTo se revela más nervioso de atrás, requiriendo constantes correcciones de dirección en conducción deportiva, demostrando así su temperamento latino frente a su más templado rival centroeuropeo.

fuente:caranddriver.es
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