Yeti es un nombre que asusta, pero que fascina al mismo tiempo. El “abominable hombre de las nieves” le dio su alias a esta interesante propuesta de Skoda; su diseño cautiva, al igual que su excelente desempeño.
La excelente plataforma del Octavia sirvió de base para fundar a este multifuncional SUV checo. Su nombre es Yeti, así como lo lee, como el “abominable hombre de las nieves”; como dato, le informamos que Yeti quiere decir “esa cosa” en lengua nepalí.
El Yeti se trata de un coche cuadriforme, bien proporcionado y equipado con una generosa ración de cristal. Mide 4.223 mm de longitud, posee cuatro puertas laterales más portalón, los pasos de ruedas con espacio libre anuncian una suspensión de largo recorrido, y cuenta con protecciones en ambos zócalos. Es un aspecto bastante outdoor, pero muy natural, es decir, sin accesorios que impongan a la fuerza dicho estilo.
Skoda está bajo el alero del grupo Volkswagen desde hace veinte años. Por lo mismo es que, sin renunciar a su nacionalidad, sus modelos exhiben varias soluciones más germanas que checas. Por ejemplo, muestra esa organizada simetría que contribuye a mejorar la elegancia y ergonomía del habitáculo; de hecho, esas dos cualidades son las más destacables del conjunto.
SUSPENSIÓN IDÓNEA
En su afán de llevar a Skoda hasta el sitial que se merece, su representante local, Maco ICSA, apostó por dos versiones iniciales del Yeti, equipadas con tracción delantera, una con motor gasolinero de 1,2 litro (105 CV) y otra con bloque de 1,4 litro con 122 caballos.
La primera opción se anota una importante ventaja al estar provista con la avanzada transmisión DSG de siete marchas; la segunda caja disponible es mecánica de seis velocidades. Más adelante se sumarán alternativas diésel, una de ellas con tracción integral. Pero ahora centraremos nuestra atención en el Yeti que cuesta $12.990.000, es decir, con la planta motriz TSI de 1,2 litro y caja DSG7.
El motor, con sus 105 caballos, puede parecer insuficiente, pero la verdad es que no tiene problemas para mover la masa de este vehículo (1.345 kg) hasta llevarlo a una velocidad final de 175 km/h; el turbo mejora la respuesta en alta. La transmisión DSG es perfecta, tanto en escalonado como en respuesta, convirtiéndose en uno de los pilares del notable desempeño de este automóvil checo.
Conducir este Skoda es muy fácil, y buena parte de esto se debe a que posee muchas regulaciones para adaptar el asiento y el volante; además, la visibilidad exterior es inmejorable. Es un coche muy bien construido, calidad que se siente desde el primer contacto. Los uretanos son acolchados y rugosos, las terminaciones perfectas y la aislación de la cabina está a la altura de los ejemplares más costosos del mercado.
Nos gusta
- la propuesta funcional y polivalente del coche.
- el nivel de equipamiento y las terminaciones de la cabina.
- la excelente transmisión y la eficiencia del motor TSI.
Nos gustaría
- que el control de estabilidad no fuese tan sensible.
- más precisión en el regulador de espejos laterales.
- restar algunos elementos de la pantalla touch, porque se ve saturada.
Por Leonardo Pacheco
Fotos Cristián de la Fuente
fuente: Revista Automóvil
Muy buena experiencia. Sólo un ligero crujido en el tablero en los días fríos......
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